Neumonía

Neumonía

¿Qué es?

Una neumonía es un proceso inflamatorio causado por la infección del parénquima pulmonar por microorganismos patogénicos.

Signos y síntomas de la neumonía

Los signos y síntomas de la neumonía son inespecíficos: fiebre (Temperatura ≥ 38ºC), tos, disnea, taquipnea, dolor torácico, expectoración y signos de ocupación del espacio alveolar. En los ancianos no es infrecuente la ausencia de fiebre, aparición de confusión y empeoramiento de otras enfermedades acompañantes.

La neumonía se clasifica clásicamente en tres tipos:

    1. Neumonía asociada a la comunidad
    2. Neumonía nosocomial
    3. Neumonía asociada a la ventilación mecánica
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Tipos de Neumonía

  1. Neumonía asociada a la comunidad (el agente microbiológico causal es de origen comunitario o extrahospitalario)
  2. Neumonía nosocomial (el agente etiológico es de origen intrahospitalario)
  3. Neumonía asociada a la ventilación mecánica (se observa en pacientes críticos ingresados en la unidad de cuidados intensivos, UCI, o en la unidad de cuidados intermedios respiratorios, UCIR)

El agente microbiológico más frecuente de la neumonía asociada a la comunidad (NAC) es Streptococcus pneumoniae, seguido de Mycoplasma pneumoniae y virus. La incidencia anual de la NAC se sitúa entre el 5 y el 11% de la población adulta. Esta enfermedad es más frecuente en varones, en los extremos de la vida, en invierno y en presencia de diversos factores de riesgo, entre ellos, consumo de alcohol, tabaquismo, malnutrición, uremia y EPOC. La NAC es la infección que con mayor frecuencia justifica el ingreso de un paciente en el hospital.

La neumonía nosocomial (NN) se produce en un paciente que lleva más de 48 horas ingresado en el hospital, siendo el periodo de incubación del microorganismo infectante menor de dos días, o aquella que aparece en los 7 días posteriores a un alta hospitalaria. La neumonía asociada a la ventilación mecánica (NAV) es realmente un tipo de neumonía nosocomial, que se produce en los pacientes que tienen un acceso artificial a la vía aérea (intubación orotraqueal o traqueostomía) y están sometidos a ventilación mecánica durante al menos 48 horas.

La NN es la segunda infección más común de las adquiridas en el hospital, después de la del tracto urinario. Su incidencia es aproximadamente de 6 a 8,6 casos por cada 1000 ingresos hospitalarios, pero el riesgo es mucho mayor para los ingresados en las UCI. Clínicamente se debe sospechar una NN ante:

    • Infiltrado nuevo y persistente en la radiografía de tórax
    • Temperatura > 38,3ºC ó < 36ºC
    • Recuento de leucocitos en sangre > 12.000/mm3 ó < 4.000/mm3
    • Expectoración de secreciones purulentas

Diagnóstico de la neumonía

Para diagnosticar una neumonía es necesaria la asociación de un cuadro clínico compatible y una imagen radiológica característica. La imagen radiológica debe presentar una lesión alveolar que refleje la sustitución del aire contenido en el interior de los alveolos por otro material, que en el caso de las neumonías, es un exudado inflamatorio. En otro tipo de lesiones alveolares puede ser trasudado, sangre, células o proteínas.

La realización de una radiografía de tórax es imprescindible ante la sospecha clínica de neumonía, ya que nos permitirá confirmar el diagnóstico y determinar la localización y extensión de la infección pulmonar, además de la presencia de complicaciones asociadas tales como derrame pleural o cavitación de la lesión.

La radiografía de tórax también nos permite detectar la presencia de otras enfermedades respiratorias asociadas, así como monitorizar la evolución de una neumonía (progresión o regresión) a lo largo del tiempo. La afectación bilateral, o de dos o más lóbulos y la existencia de derrame pleural son indicadores de gravedad, sobre todo el derrame pleural bilateral, ya sea por la propia neumonía o por insuficiencia cardiaca asociada.

Cuando existe derrame pleural paraneumónico se aconseja la toracocentesis y cultivo aerobio y anaerobio del líquido obtenido, ya que el desarrollo de empiema es uno de los principales factores asociados a mala evolución de la neumonía. Streptococcus pneumoniae es el microorganismo aislado con más frecuencia, seguido de Haemophilus influenzae y bacterias piógenas como Streptococcus pyogenes o Staphylococcus aureus.

El cultivo de esputo y los hemocultivos son dos pruebas complementarias obligatorias ante una sospecha de NN, para intentar obtener una filiación microbiológica con su antibiograma correspondiente, y así poder realizar un tratamiento antibiótico dirigido.

La antibioticoterapia empírica debe iniciarse de forma precoz ante la sospecha clínica de neumonía. La duración depende de donde se realice el tratamiento, si se hace ambulatorio debe durar al menos de 7 a 10 días, y si se hace hospitalario, de 10 a 14 días. La resolución radiológica es más lenta que la resolución clínica y a veces puede empeorar a pesar de la mejoría sintomática.

Los controles radiológicos dependerán de la evolución clínica, generalmente se debe realizar un control a las 4-6 semanas de finalizado el tratamiento antibiótico. Siempre se debe confirmar la resolución radiológica total de una neumonía.

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